Consejos para el mantenimiento de la tarima flotante. Cómo cuidar del suelo de tarima flotante de tu casa.
La tarima flotante es una de las opciones preferidas por muchos para renovar los suelos de su casa. Esto no es de extrañar ya que aporta una sensación de hogar y calidez que marca la diferencia. Además, existen múltiples tipos de tarima flotante, lo que permite a este tipo de suelo adaptarse a cualquier estilo o decoración previa.
Sin embargo, al estar compuesto de materiales naturales, cómo realizar el mantenimiento de la tarima flotante sigue siendo una duda para muchos. Si quieres descubrir cómo hacerlo de la mejor manera, en este post te damos los mejores consejos. ¡Sigue leyendo!
Características de la tarima flotante
Existe mucha confusión sobre las diferencias a la hora de elegir entre el parquet, el laminado y la tarima flotante. Mientras que el laminado es un suelo que imita el acabado natural de la madera pero está compuesto por materiales sintéticos, la tarima flotante es un suelo de madera natural, como el parquet.
Esta diferencia es muy importante para saber cómo llevar a cabo su mantenimiento correctamente, ya que las necesidades de los materiales naturales y sintéticos son diferentes.
En cuanto al parquet y la tarima flotante, su principal diferencia se basa en su instalación. Mientras que el parquet se pega al suelo, la tarima flotante se coloca sobre el suelo ya existente, que funciona como base.
Las tarimas flotantes tienen muchas características positivas como su aspecto natural, su calidez o su resistencia al estar hechas de maderas de calidad. Sin embargo, esto también las convierte en un suelo muy delicado que precisa de un mantenimiento específico.
Cómo evitar daños en nuestra tarima flotante
El primer consejo para mantener la tarima en buen estado por más tiempo, consiste en evitar los daños. Como vale más prevenir que curar, a continuación te dejamos unos consejos para conseguir no ensuciar ni dañar tanto este tipo de suelo:
- Utiliza un felpudo en todas las entradas de tu casa. Esta medida tan simple hará que dejemos gran parte de la suciedad pegada a nuestros zapatos fuera de nuestro hogar. Si tienes balcón o terraza, te recomendamos que no olvides colocar un felpudo en esas puertas también.
- Coloca cortinas o estores en todas las estancias con tarima. Además de su función decorativa, las cortinas evitarán que nuestro suelo se dañe con el efecto de la luz directa y, en épocas de calor en las que las ventanas permanecen abiertas, ayudan a filtrar el polvo que entra de la calle, evitando que se deposite en la tarima flotante.
- Recubre las patas de las sillas, mesas y otros muebles con fieltro. De esta manera, conseguiremos que no se raye el suelo al arrastrar estos objetos, evitando marcas y arañazos.
- Utilizar un calzado diferente dentro y fuera de casa. Esto hará que la suciedad de la calle no se extienda por todas las habitaciones de la casa y ayudará a mantener los suelos limpios por más tiempo.
- No utilizar un exceso de friegasuelos o detergente para limpiar la tarima. Hacerlo dejaría una capa de residuo pegajoso que manchará el suelo.
- Escurrir correctamente la fregona antes de limpiar los suelos. Utilizar un exceso de agua puede dañar y deformar la madera.
Cómo realizar la limpieza y mantenimiento de la tarima flotante
Ahora que sabemos cómo evitar posibles daños en este tipo de suelos de madera, debemos conocer cómo limpiarlos y mantenerlos correctamente. A continuación te contamos cómo hacerlo:
- Quita el polvo diariamente. Para ello, lo más recomendable es utilizar una mopa de microfibra o un aspirador, pero es posible hacerlo también con un cepillo o escoba. Hazlo siempre en el sentido de las láminas para evitar que el polvo se quede atascado entre las huecos de las uniones.
- Utiliza un detergente apto para tarimas. Llena un cubo con agua limpia y la cantidad de friegasuelos indicada por el fabricante. No utilices más de la cuenta, ya que esto será contraproducente.
- Friega el suelo ejerciendo cierta presión. Para conseguir quitar la suciedad de la tarima es necesario limpiarla a conciencia. No te limites a pasar la fregona por encima.
- Aclara el detergente. Para evitar que se quede una capa de producto sobre la tarima después de fregar, te recomendamos que aclares la fregona y la vuelvas a pasar tras 2 o 3 minutos utilizando únicamente agua limpia.
Más allá del cuidado diario, el mantenimiento de la tarima flotante necesita que, cada 10 años aproximadamente, se realice una restauración en la que se lije y barnice la superficie. Para ello, desde Payresa aconsejamos que te pongas en manos de profesionales para conseguir los mejores resultados.